ACTO DE CLAMOR POR LA CIUDAD DE FORMOSA

PROCLAMA

En víspera de un nuevo aniversario de la ciudad de Formosa, la Iglesia Evangélica, como un solo cuerpo, nos hemos reunido hoy para clamar a Dios por nuestra ciudad y provincia, puesto que la Biblia dice: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (2 Crónicas 7:14)

Por tanto, proclamamos hoy:

1. Que como cristianos evangélicos y como miembros de la comunidad de Formosa, nos comprometemos a colaborar en la construcción de una sociedad diferente, fundada y sostenida en los principios de la paz, justicia, y solidaridad. Nos motiva la esperanza de ver nacer una nueva ciudad y una nueva provincia.

2. Reconociendo que la familia, base de toda sociedad, está seriamente amenazada por una cultura que pone en primer lugar el placer y el consumismo; y se destruyen así los estilos de vida que valoran lo familiar y comunitario, cediendo al egoísmo y claudicando en la transmisión de valores espirituales, éticos y morales, proclamamos que desde el lugar de nuestra responsabilidad en la sociedad seremos protagonistas para la transformación de las familias formoseñas y de la sociedad toda.

3. Viviendo en una sociedad cada vez más violenta, donde tantos jóvenes son presos de esta violencia, con hogares destruidos por la misma, y donde se perdió el respeto hacia el prójimo, también, lamentablemente, la pérdida de vidas humanas, dejando seres queridos con mucha congoja y dolor; declaramos que la violencia no se vence con más violencia. Jesús dijo: “Bienaventurado los pacificadores”. Él nos convoca a orar y trabajar por la paz. Nuestro modelo es Jesucristo. Su amor nos llama a la solidaridad. Como pueblo cristiano evangélico, herederos de una rica historia de ayuda al prójimo, reconocemos que hoy más que nunca debemos multiplicar los esfuerzos solidarios. Invitamos a todos, sin distinción, a sumarnos detrás del único objetivo de servir al prójimo. Animamos a la iglesia a poner sus recursos humanos y materiales a favor de los necesitados. Es tiempo de dejar todo tipo de egoísmo, inspirado en Jesús, que “siendo rico se hizo pobre”. Es tiempo de que nuestras acciones hablen tan fuertes como nuestras palabras.

4. Teniendo a Jesucristo como nuestro modelo, su justicia demanda una igualdad sin discriminación ni exclusiones. Igualdad que debe estar explícita e implícitamente en nuestras leyes. Igualdad en el acceso a la educación y a la salud. Igualdad en los esfuerzos económicos y en la distribución de las riquezas. Igualdad en el reconocimiento de los derechos de los primeros que habitaron estas tierras, y en el trato con los inmigrantes que llegan a este suelo. Porque estamos en contra de toda discriminación es que queremos para nuestro país igualdad religiosa, y en esto nos unimos al petitorio de toda la iglesia evangélica de la República Argentina.

5. Proclamamos que Formosa vivirá un nuevo tiempo espiritual, donde los cielos serán abiertos sobre este territorio, y veremos la manifestación de la gloriosa presencia de Dios transformando vidas y familias, haciendo que Jesucristo sea Señor de ellas. Hoy declaramos que Formosa no será más la misma, sino que será una puerta de bendición para la nación Argentina.

ASOCIACIÓN DE PASTORES DE LA CIUDAD DE FORMOSA

ACTO DE CLAMOR POR LA CIUDAD

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